lunes, 29 de abril de 2019

... Y al vigesimonoveno día descansó

El último día de marzo dije esto en Twitter:


Y yo cumplo lo que prometo:


He llegado al final con la lengua fuera, pero he llegado. Este mes se convierte en el mejor mes de siempre del blog, y como me siento orgulloso de lo que he hecho me vais a permitir que escriba este elogio a mí mismo. Soy más bien de tratarme como un trapo, para una vez que me muestro afecto no voy a contenerme.

El abril que se va me ha hecho reflexionar sobre el camino a llevar por el blog. Me propuse un ritmo muy determinado, un ritmo fuerte y alto, pero también me propuse que la calidad del contenido no bajara, y creo sinceramente que lo he conseguido. No sin dificultad, ya lo he dicho antes: algunas entradas se han escrito la madrugada anterior al día de publicación (esta sin ir más lejos), otras estaban a medio escribir desde hace tiempo, una se tuvo que retrasar un par de horas... Pero creo que he cumplido con creces, con el único lamento de no meter algo más de variedad como algo de literatura o estrenarme con cine, series o videojuegos, mis grandes asignaturas pendientes.

La gran pregunta es: ¿Es este el camino a seguir? ¿Es viable este ritmo con las lógicas interrupciones fruto de la vida real y los contratiempos? Pues yo creo que sí, aquí esta el camino, solo se trata de tener contenido y que este sea más variado. Lo de la variedad me va a llevar tiempo, pero tener un ritmo similar al de hasta ahora... Pues creo que sí es posible. Ahora bien, dadme esta semana de descanso, que acostumbrarse cuesta un poco y quiero hacer acopio de entradas para no ir agobiado.

Lo dicho, nos seguimos leyendo en Twitter -esta semana habrá primeras impresiones, no os las perdáis-, y volveremos por aquí la semana que viene. ¡Talué!

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