sábado, 27 de abril de 2019

Kaguya-sama quiere que escriba esta reseña

Kaguya-sama wa Kokurasetai: Tensai-tachi no Renai Zunousen


Miyuki Shirogane y Kaguya Shinomiya son las cabezas visibles del consejo de estudiantes del prestigioso Instituto Privado Shuchiin. Alumnos y profesores los admiran, y corren rumores de que salen juntos. Es cierto que están enamorados, pero ninguno quiere declararse porque supondría rebajarse ante el otro. ¿La solución? Conseguir que el otro se declare. ¡Es la guerra!

En Japón son muy importantes los rituales, las tradiciones. En lo que respecta a las relaciones sentimentales, la confesión o kokuhaku es imprescindible para dar oficialidad a un noviazgo. No importa que ambos interesados sepan los sentimientos del otro, ni que lleven actuando como pareja durante mucho tiempo, la confesión es condición sine qua non para considerarse una pareja "de verdad". 

Ese es el punto de partida y la razón que desencadena Kaguya-sama: Love is War, el intento desesperado de ambas partes por arrancar una confesión del otro y poder restregárselo el resto de su vida en común. Ambos saben que se quieren, ambos saben que desean estar juntos, pero un orgullo trabajado con sudor y lágrimas -Shirogane- o venido de cuna -Kaguya- les impide dar el primer paso. Y esto genera una cantidad de pequeñas y divertidísimas batallas donde vale todo con tal de ganar. Cada episodio se divide en sketches independientes pero unidos por la propia evolución de los personajes y la aparición de otros. La serie es muy ágil y agradable de ver, con una facilidad pasmosa para hacerte reír a carcajadas gracias a las ocurrencias tendentes a la hipérbole de la pareja protagonista, las "inocentes" intervenciones de Fujiwara que despiertan tanto amor incondicional como odio eterno en Kaguya, y un narrador omnipresente que procura que no se nos pierda un detalle de cada "partida" a cara de perro entre los enamorados.

Aunque es una de las caras de la moneda, para mí Kaguya es la verdadera protagonista de la serie. De naturaleza fría e imperturbable, muy pronto el juego de la confesión y la propia serie la desnudan y muestran a una chica inexperta, inocente y más pasional de lo que nunca podríamos imaginar. Es imposible no quererla, mucho más cuando, entre tantas risas y locos y elaborados planes, el guion mete flashbacks de una Kaguya carente de sentimientos antes de conocer a Shirogane, o muestra hacia el final de la serie su difícil situación familiar y la pesada carga que hay sobre sus hombros. Resultan especialmente divertidas las escenas que comparte con su compañera de instituto y sirvienta Hayasaka, que sabe pinchar a Kaguya para sacar su lado más infantil y adorable.

Es un anime muy trabajado si nos fijamos en la parte visual. Es bastante recargado, barroco; dentro del instituto -escenario principal el 90% de la serie- se utiliza una paleta de colores oscuros, con granates y marrones predominantes, y se utilizan continuos efectos visuales y grandes carteles con palabras para enfatizar los sentimientos y pensamientos de los personajes, además de dar fuerza a la narración del narrador, valga la redundancia. Los diseños de personajes son preciosos, cada uno de ellos tiene ese elemento en su vestuario o en su físico que los diferencia del resto, estoy pensando en esos ojos profundos e insondables de pupilas rojizas de Kaguya o el lacito adorable de Fujiwara -ojo a la tirita, si habéis visto la serie lo comprenderéis-. La animación está cuidada y por momentos es excelente. Como nota curiosa que no quiero dejar de decir, el opening es de los mejores de la temporada, se canta y se baila casi sin querer.

Uno de los animes de la temporada, una comedia romántica diferente donde la risa se impone al romanticismo y da una vuelta de tuerca a lo que significa enamorarse... y enamorar. Pero ya se sabe, el amor no es más que una guerra que libran dos tontos deshonestos.

2 comentarios:

  1. Una de las series de la temporada, sin duda.
    Tiene algún que otro segmento más flojo, pero en general raya a una gran altura con una parodia ingeniosa de todos los tópicos románticos con esa narración casi en plan militar con ese grandísimo narrador

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    1. Sí que lo fue, y es mucho decir porque para mí esta temporada de anime ha tenido series de gran calidad. Y las que estaban uno o dos peldaños por debajo cumplían y entretenían de sobra.

      Los segmentos más flojos siguen siendo correctos, así que la serie se mantiene ágil y fresca en todo momento. Parece que están de moda los narradores superlativos, como los de las recientes Double Decker o Beelzebub-jou no Okinimesu Mama.

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