martes, 26 de enero de 2021

Bakemonogatari #8: Vampiro

De la serpiente a la analepsis.

Las anomalías obedecen a su propia lógica, y cuando esa lógica choca con los límites de la responsabilidad que nos imponemos, se otea un grave peligro en el horizonte. Hay que ver lo mal que lo pasa Araragi, no ya por culpa de la serpiente, sino porque su propia lógica le hace pisar un terreno vedado a los vivos. 

Las chicas de Bakemonogatari tienen la buena costumbre de sorprenderme, y Nadeko ha conseguido revertir la fría impresión que me causó en tomos interiores. Está claro que va a estar un escalón por debajo de Senjôgahara o Kanbaru, pero ha demostrado tener un verbo lo suficientemente ágil como para sacar de quicio a Araragi con sus referencias rebuscadas. 

Esa conversación y la problemática serpentil de la que venimos hacen a Araragi pensar en el pasado, en el comienzo de esta locura de anomalías y sucesos extraños, un comienzo situado en Hanekawa. O en su ropa interior, lo que queráis. La chica de gafas que todo lo sabe no solo es más de lo que parece o quiere parecerer, sino que es parte indispensable de esta historia, más allá del incidente con el gato fantasma. Tal vez aquello fuera una consecuencia de la aventura vampírica de Araragi...

Maldita sea, Oh!great, ¿por qué dibujas a las féminas tan bien? Ya sea en bañador, en uniforme, con faldas débiles ante brisas traviesas, primeros planos, dobles páginas, tristes o contentas... No hay viñeta con chica en su interior que no me encante. Tú sí que sabes sobre los sueños y las ilusiones de los hombres...

Me gusta: Nadeko y sus referencias a Doraemon; el protagonismo creciente de Hanekawa; vamos rumbo al pasado vampírico de Araragi.

No me gusta: Aunque acertada, la resolución de la maldición de la serpiente me ha parecido algo brusca. Tal vez esperaba otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario