Conversaciones y la pelea con la serpiente.
La lectura de este tomo en el momento que estoy viviendo (estamos viviendo; escribo esto a finales de mayo de 2020) ha sido certera como pocas. Más allá de los detalles paranormales y los entresijos de la maldición que afecta a Nadeko, la parte de la responsabilidad y sus límites me parece un tema muy candente hoy en día. Las personas tenemos un ámbito de acción que las circunstancias y nosotros mismos delimitamos, todo lo que está dentro de ese radio nos compete y es nuestra responsabilidad, tenemos la capacidad de romper ese muro, o fortalecerlo o diluirlo; todo lo que esté más allá está fuera de nuestras competencias. En los momentos de crisis, cuando algo nos afecta a todos en conjunto, tan importante es tirar de sentido común y actuar con inteligencia y responsabilidad como respetar unas determinadas normas que se nos impongan en un determinado momento. Si lo pienso con detenimiento, de cada alocución de Hoshino se pueden sacar mil lecturas adicionales además de la propia perteneciente a la propia historia que viven los personajes; eso enriquece la historia, la llena de profundidad y matices.
Yendo a otros temas más frívolos pero igual de importantes, sirva este párrafo como gesto de apreciación a Hanekawa, la chica que lo sabe todo por mucho que ella se empeñe en negarlo. Es digno de loa que siga cumpliendo con su papel de amiga íntima a pesar de que le duela horrores, porque está claro que no le basta con ser amiga de Araragi. Pero ha perdido el paso y le han tomado la delantera. Es lo que tiene esto de la amistad y el amor, si no te arriesgas y cruzas la línea en su momento luego no hay marcha atrás.
Mira que al principio Kanbaru me parecía un poco 'meh', pero poco a poco le ha dado la vuelta a la tortilla. Hablando mal y pronto, es un tío con tetas, una amiga con la que puedes contar para lo que sea y soltar las burradas que te vengan a la mente con el único temor de que ella replique con otra peor aún. Como adlátere de Araragi en las aventuras sobrenaturales es estupenda, sacando las riquezas y miserias de aquel; por ejemplo, con esa visita a la habitación del chico y la revelación del porno preferido de este.
El tomo está lleno de retratos de cuerpo entero de casi todas las chicas que aparecen, y teniendo en cuenta el talento de Oh!great para dibujar féminas, no podía estar más encantado. Por ahí ha destacado Nadeko, que parece va a tener un perfil algo más bajo dentro del harén de la serie; su desarrollo ha sido más rápido y superficial que las anteriores, aunque su historia está lejos de acabar. ¡Qué momento más inoportuno para finalizar el tomo!
Lo mejor: Cada conversación es mejor que la anterior: profundas y llenas de lecciones; Kanbaru como compañera de fatigas no tiene precio.
Lo peor: Parece que Nadeko va a tener un perfil más bajo; ¡quiero leer el próximo tomo ya!
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