Atelier of Witch Hat #5: Las escamas del lobo acorazado

¿Es posible no contagiarse de la alegría de Tetia?

Un miembro de los Sombrero de Ala que no tiene cuerpo dinamita la segunda prueba y pone en un serio apuro al grupo de Alaira y los estudiantes. El minucioso plan de aquellos que ocultan su rostro llevan a Qifrey, Tetia y Coco a las profundidades de Romonoon, donde las estatuas de oro de antiguos habitantes claman venganza contra los magos. ¿Cómo van a salir de esta peligrosa situación?

En otros comentarios pedía más de Riche, y en el tomo cuatro y este me han dado todo y más. Me encanta Riche, probablemente sea mi personaje favorito. ¿Por qué? Porque no es perfecta, porque está inmersa en la búsqueda de su propia identidad, en mantenerse igual a como siempre fue y quiso ser. Pero se da cuenta de que aislarse es un error, porque como decía Ortega y Gasset, ella es ella y su circunstancia. Una enseñanza de un maestro, los recuerdos con un hermano, las palabras de elogio de una compañera, incluso la mala experiencia con un pésimo profesor... Esas circunstancias nos moldean y nos hacen ser quien somos; es bueno mantener nuestra esencia intacta, pero también que el mundo la coloree.

Por otro lado, la tentación de lo prohibido mira a Coco, la posibilidad de hacer realidad cualquier deseo, incluso cambiar el mundo y ponerlo patas arriba. La magia prohibida seduce con sus infinitas posibilidades, pero también aterra cuando cae en las manos equivocadas. El discurso de libertad de la panda del Sombrero de Ala es muy seductor, pero también peligroso; tres pequeñas cabezas pensantes y un arrebato de astucia deberán resistir a esos cantos de sirena.

Esta vez seré escueto en mi loa al arte de Atelier of Witch Hat; simplemente os pido que veáis la ilustración a doble página que juega con las dos caras de Coco: por un lado la defensora de la magia que respeta al mundo desde las sombras, por el otro la liberadora de la magia prohibida que buscan los Sombrero de Ala. Tengo el tomo a mano para poder verla una y otra vez.

Lo mejor: Riche y el afecto mutuo que desarrolla con Yuinii; el trabajo en equipo de Coco, Tetia y Agete; las dobles páginas son preciosas.

Lo peor: Me he puesto al día... ¡Y necesito saber cómo continúa!