sábado, 16 de mayo de 2020

Bakemonogatari #6: Serpiente

Odio. Egoísmo. Agujeros.

La lucha contra el demonio de los chubascos se ha convertido en una lucha de intereses egoístas enterrados en lo más profundo de Araragi y Kanbaru; nadie es amable a cambio de nada, y por muy altruista que se sea, recibir tras dar es obligatorio. Al final, una cuestión de lógica y cierta persona de lengua afilada romperán el contrato de demonio y poseída.

Tras esto viene una breve calma, si calma significa soportar el acoso sexual de Kanbaru. La estrella del instituto me ha terminado de ganar con esa divertida "cita" con Araragi en la que se muestra elocuente y atinada, con sus eternas parrafadas llenas de elogios y parabienes, pero desinhibida y liberada de odios y remordimientos. Sus bromas subidas de tono me encantan, tanto como la manera de encajarlas de Araragi y su capacidad para adaptarse a cualquier compañero de conversación.

Decía que la calma es breve, sí. Por los agujeros. Por las serpientes. Por Nadeko Sengoku. Una chica casi transparente, un tenue recuerdo en la cabeza de Araragi. No sé hacia dónde irá esta nueva saga, pero desde luego las últimas páginas del tomo son siniestras. Qué dibujazo el de Oh!great, no me cansaré de decirlo, puede que vosotros sí de leerlo.

El tomo empezó con odio y terminó con odio. Estoy deseando leer el siguiente.

Lo mejor: La "cita" de Araragi y Kanbaru, imperdible; las últimas páginas del tomo; Sejôgahara cortando salchichas.

Lo peor: Hay tantos detalles en la lectura y en el dibujo que hay que leer varias veces el tomo. 

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