jueves, 16 de abril de 2020

Bakemonogatari #4: Mono

Es la hora de la tortas en Bakemonogatari.

Araragi es acorralado por una anomalía en un callejón oscuro y se ve obligado a aplacarla -o al menos intentarlo- con su abrumadora fuerza. Pero, ¿por qué ese ataque tan gratuito? No, no es tan gratuito como parece. Las anomalías siempre responden a una lógica, y eso trata de explicar este tomo entre torta y torta.

La sutileza no es precisamente el fuerte de la nueva chica, Kanbaru. Entra en la rutina de Araragi como un elefante en una cacharrería; locuaz, preguntona y excesivamente aduladora, está claro que esconde algo. No es normal que la estrella indiscutible del instituto sienta un repentino interés por un mindundi como Araragi. Más o menos gran parte de ese misterio se resuelve durante el tomo. 

Si creíais que esto iba de conversaciones mordaces -que también- y de intentos de asesinato perpetrados por Senjôgahara -que no cambie nunca, por favor-, estabais muy equivocados. Aquí también hay acción de la buena, y Oh!great se desenvuelve como pez en el agua; el combate entre Araragi y el mono es simplemente espectacular, muy dinámico y con una coreografía perfecta. No solo el arte del manga es apabullante en detalles, mensajes ocultos y diseño de personajes, cuando tiene que ponerse serio y darle vidilla al tema simplemente te deja sin habla.

En el anterior comentario resalte la figura de Araragi, en esta quisiera romper una lanza en favor de Hanekawa, esa sabia que solo sabe algunas cosas. Aparte de lo intrigado que estoy con el incidente de la Golden Week con el gato fantasma, Hanekawa es un personaje que adoro porque está ahí pero a la vez no está, expresa su opinión y su torrente de conocimientos con elegancia y precaución, tiene tiempo para mostrar un lado adorable irresistible. Quiero saber más de ella y que se ponga sobre el foco.

¿Qué burrada haría Senjôgahara respecto a Kanbaru? Supongo que habrá que esperar un poco para saberlo.

Lo mejor: Espectaculares momentos de acción; los instintos homicidas de Senjôgahara; "¿Qué arde por abajo y se inunda por arriba?".

Lo peor: De momento Kanbaru no me ha gustado tanto como el resto de chicas.

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