El brujo Geralt no cree en el destino, lo ignora, lo desprecia. Pero nunca pierde la ocasión para tentarlo, para ponerlo a prueba, para forzar sus engranajes sin saber bien qué buscar. Pero el destino es caprichoso y acaba por perder la paciencia. Le hará ver al Lobo Blanco que con él no se juega, y que puede ser tan fuerte como para sobreponerse a reyes, guerras y fuerzas de la naturaleza.
Sigue el desfile de parajes y personajes en esta colección de historias cortas del brujo más famoso de aquellos lares. Vuelven aquellos que ya conocimos en El último deseo, como Yennefer, Jaskier o Yarpen Zigrin; y aparecen nuevos como las dríadas, una tribu de mujeres que habitan y guardan celosamente el bosque de los humanos y el tiempo, las sirenas, que no necesitan presentación o los dopplers, seres capaces de copiar la apariencia, personalidad e inteligencia de la persona a la que tocan.
Esta vez los relatos son más extensos y variados, y pueden desarrollarse tanto en un bosque tupido como en una gran ciudad. Geralt hará gala tanto de sus habilidades de combate como de seducción y negociación. Unas veces vencerá y otras deberá rendirse a la razón y al destino. El relato más bonito es sin duda Un pequeño sacrificio, sencillamente por Essi, llamada Ojazos, un ser de extraordinaria dulzura y sensibilidad, una poetisa cuya historia con Geralt arranca los suspiros del lector y cuyo melancólico final deja la sensación de haber leído algo extraordinariamente bello. No obstante, son La espada del destino y Algo más el verdadero corazón del tomo, porque ahí está Ciri, la Sorpresa, el resultado de los juegos de Geralt con el destino; el regalo que el brujo ansía pero se niega a aceptar.
Si tenéis intención de comenzar a leer esta saga, os recomiendo encarecidamente que leáis los dos volúmenes de relatos cortos. Aunque la verdadera historia comienza en el tercer libro, tanto El último deseo como este volumen que estoy comentando son fundamentales para comprender las motivaciones de los personajes y el contexto histórico en el que se desarrolla la trama. Hago esta advertencia porque he leído en varios foros que las historias cortas son desechables y que se puede empezar directamente con La sangre de los elfos. Yo no lo creo así; es más, lo desaconsejo.
En resumen, una oda que explica que una chica enclenque, de cabellos cenicientos, ojos verdes y lengua afilada no es el destino, sino algo más.
Toda la parte de Ciri es muy entrañable, pero lo de Ojazos aún me duele :(
ResponderEliminarSí, esa conexión que surge entre Ciri y Geralt es increíblemente tierna. Y lo de Ojazos lo llevo dentro, no recuerdo haber leído un relato corto tan bonito como ese, a pesar del final. No, creo que el final lo hace más bello aún.
EliminarNo sabía que has leído Geralt de Rivia. Alguna vez he pensado en recomendártelo en plan random en alguno de los comentarios que suelo hacer en tu blog, pero veo que no hace falta :) Tienes muy buen gusto, como siempre.