Mientras Hachiken permanece en el hospital soportando la frialdad de su padre, el festival cultural de Yezo se lleva a cabo. En el club de hípica están preocupados por su vicepresidente, pero han decidido dar su mayor esfuerzo para que todo salga tal y como hubiera querido Hachiken. Hasta Ayame pone su magnificencia al servicio del club para darle lustre al evento.
Después del torneo, tras el bonito reencuentro de Hachiken y Mikage, ambos comienzan a dar algún pasito que otro en su relación, con los demás ayudando y estorbando a su alrededor -con divertida escena de las chicas parando a Tokiwa para que no "reviente" una cita-. Espero que no seáis impacientes, porque esto va para muy largo. El caso es que Mikage está muy receptiva y natural y eso me encanta, así aporta mucho tanto a la historia como a Hachiken.
Ah, y no nos olvidemos del béisbol, Komaba sigue inmerso en ese torneo que parece muy importante para él y Mikage. Si el desarrollo de los acontecimientos dependiera en exclusiva de nuestro talento y nuestro trabajo el éxito en todo lo que emprendemos estaría asegurado. El caso es que también hay que tener algo llamado "suerte".
Solo me queda una cosa que decir: "me lo he 'pasao' genial" leyendo este tomo, como siempre (si lo habéis leído entenderéis el chiste).
Me gusta: La carrera de arrastre entre caballo y humanos; el acercamiento de Hachiken y Mikage.
No me gusta: Me estoy planteando quitar este apartado de las entradas de Silver Spoon, nunca tengo queja alguna.
jajajjaja tengo un tractor amarillo xDD
ResponderEliminargracias por decirme cual es la editorial española, que no lo sabia ni lo encontraba!!