lunes, 15 de junio de 2020

Welcome to the Ballroom #3: La flor y el marco

Comienza la Copa Tenpei. Tatara sale al fin a la pista de baile con todas las de la ley.

No es que no me guste el arte, simplemente no he encontrado la oportunidad de entrar en él y, por tanto, no le presto demasiada atención. Por eso el concepto de "la flor y el marco" me ha parecido sumamente novedoso e interesante; jamás me había parado a pensar en la importancia del marco y lo difícil que es escoger uno para darle el toque final a una pintura: debe atraer la atención y realzar la obra de arte, pero no opacarla ni echarla a perder. Llevando la metáfora artística a los bailes de salón me parece más atractiva aún, la mujer es la flor y el hombre el marco. El hombre lidera, pero la mujer, a pesar de seguir, es la que realmente aporta belleza y brillo al baile. A Mako le falta brillo, o mejor dicho, Gaju era un marco demasiado vistoso que no la dejaba mostrarse tal y como es, una bailarina de gran talento con una belleza y una expresividad irresistibles.

De una chica pasamos a la otra. Shizuku está en una posición muy extraña en la que tiene poco o nada que ganar, y mucho o todo que perder. No se siente en igualdad de condiciones en su relación con Hyôdô debido a la aparente indiferencia de este; es más, tengo la sensación de que se mantiene en el "grupo de élite" de personajes de la serie a duras penas, limitándose a cumplir la función de interés amoroso de Tatara. Le falta ese punto de carisma, de personalidad que les sobra a muchos personajes que la rodean... y de otros que están por venir. 

Como veis, entre mujeres anda el juego, la historia y el escenario dan pie a que sea así. Gráficamente también, menudo esfuerzo el de la autora con el diseño y dibujado de los trajes de las bailarinas, el entallado a sus cuerpos, la parte con más vuelo que se mueve con libertad, esos peinados que aúnan belleza y practicidad para la exigencia del baile... Y esto solo puede mejorar, ya veréis.

Lo mejor: Shizuku y la pajarita de Tatara; el desarrollo del torneo y sus puntos álgidos; ¡jolines con Marisa Hyôdô!

Lo peor: Sale a relucir la falta de carisma de Shizuku comparada con el resto. 

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