miércoles, 24 de marzo de 2021

Welcome to the Ballroom #5: Chi al cuadrado

Dudas. Futuro. Chi.

Este es un tomo de transición, el cierre de una etapa donde Tatara mete la cabeza en los bailes de salón y descubre un mundo y un gurpo de personas que dan la vuelta a su vida para siempre; Tatara siempre será Tatara, un chico tímido y apocado que la mayoría de las veces avanza trastabillando, pero gracias al baile ha descubierto una faceta de sí mismo que, puliéndola, puede llevarle tan lejos como desee si le acompaña la suerte.

Esta nueva etapa da inicio con dos adolescentes que se retan mutuamente con caras sonrojadas, o descubriendo la clase de monstruo que es Sengoku cuando está en la pista de baile. No obstante, yo me quedo con la puesta en escena de un par de divas que ponen en evidencia al resto de mujeres de la serie: Chiduru y Chinatsu, las dos Chi; una mira de frente a Sengoku y lo acompaña en su camino a la cima, la otra es un torbellino que atropella a Tatara, un misterio que se mueve entre la vanidad y la necesidad de regresar a un lugar que las circunstancias la obligaron a dejar atrás. Ya os aviso que Chinatsu es un personaje muy interesante tanto por personalidad como por la historia que arrastra, no digo nada más, quiero guardarme algo para los comentario de los próximos tomos.

Lo que sí puedo decir es mi turra habitual sobre lo bueno que es este manga, el dibujazo que tiene y la imperiosa necesidad que tenéis sin saberlo de darle una oportunidad. Los cinco primeros tomos no dejan de ser un prólogo, un entremés para abrir el apetito, a partir de ahora viene lo bueno.

Lo mejor: Llega Chinatsu, nuestra diosa particular; el chute de confianza de Tatara tras la copa Tenpei; la compenetración de Sengoku y Chiduru para reírse de Jinbo.

Lo peor: Esta vez la poca acción que hay está en torno a Tatara y no sale de este, es lo que tienen los tomos de transición.

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