Bienvenidos al mundo de la noche.
Siempre he sentido curiosidad por Shinobu, esa niña, casco en ristre, que habita junto a Oshino el colegio abandonado y se limita a existir y beber la sangre de Araragi de cuando en cuando. Sentía curiosidad por ella, pero sobre todo por lo que fue, por cómo su yo pasado cruzó destinos con Araragi para quedar unidos por siempre. Quería llegar a Kissshot Acerolaorion Heartunderblade (todo un reto entonar el nombre sin morderse la lengua un par de veces), fuerte como el acero, ardiente como el fuego, fría como el hielo. Lo que me he encontrado es una dicotomía andante de poderío y fragilidad que me atrae muchísimo; Bajo esa capa de arrogancia y altivez se ven rastros de soledad y tristeza, de una persona fiel y comprensiva con aquellos que le tienden la mano. Aunque he aprendido mucho sobre ella a lo largo de las páginas de este tomo, no es suficiente, quiero ver más de esa complicidad con su lacayo Araragi, quiero saber la motivación del ataque de esos tres tipos a traición, quiero comprender el porqué de su situación.