1 de septiembre. Lunes. Probablemente he elegido el peor día posible para volver, pero si no me pongo las cosas un poco difíciles no tiene gracia, así que allá voy.
Señoras y señores, tras cuatro años, cinco meses y ocho días, declaro Las Crónicas de Lechu oficialmente activas.
Soy consciente de que la blogosfera está más muerta que viva y que me van a leer cuatro gatos, pero Las Crónicas es un proyecto muy personal al que tengo mucho cariño, y el objetivo principal de esta vuelta no son las visitas ni la relevancia, sino escribir para mí y divertirme en el proceso. Por ello, me lo voy a tomar con mucha calma: aunque tengo intención de que haya una cierta regularidad en las publicaciones, durante estos primeros compases necesitaré pasar por un proceso de adaptación hasta que coja ritmo, recupere el hábito de escritura y logre encajar horarios.
Como podéis ver, la reactivación del blog ha traído consigo una remodelación del mismo para que sea más amigable de leer; he revisado entradas, etiquetas, colores, corregido alguna errata, eliminado imágenes innecesarias... El blog es en esencia el mismo, pero con los cambios suficienes como para que se sienta nuevo. Todavía hay pequeñas modificaciones pendientes, pero las haré más adelante, cuando sean necesarias.
Basta de cháchara, toca ponerse en marcha y esta entrada no cuenta. Mañana, primera reseña del blog tras el largo parón. Espero que estéis allí para leerla. ¡Las Crónicas se ponen en marcha!
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