
Para el reestreno del blog, nada mejor que un estreno. Y pudiendo elegir, solo podía ser esta serie.
Iori Kitahara se las prometía muy felices en su entrada a la universidad: un nuevo ambiente, conocer gente nueva, echarse novia, convivir con sus dos hermosas primas... Pero todo se va al traste al ser arrastrado al vicio y a la corrupción por una manada de tíos salvajes, borrachos y desnudos.
Este primer tomo sienta las bases de lo que va a ser esta serie, una sucesión contínua y permanente de carcajadas gracias a un Iori que pierde con rapidez la poca inocencia que tenía y a unos senpais del Club de Submarinismo que lo introducen en una vorágine de fiestas y alcohol de la que nuestro protagonista no podrá (ni querrá) escapar, sin olvidar a Kohei, nuestro querido pero un poco turbio otaku, que se convertirá en el compañero inseparable de correrías de Iori, aunque ni uno ni otro perderán la ocasión para putearse y traicionarse a la menor oportunidad.
Pero no todo iban a ser fiestas y borracheras, se supone que este manga va de submarinismo. De hecho, cuando comencé a ver el anime, infeliz de mí, pensaba que iba a ver algo pulcro e inocente, donde gran parte de los acontecimientos se desarrollarían bajo el agua y vería un poco de comedia romántica incipiente y clásica con compañeras de club y de la uni. Aunque luego la sorpresa fue mayúscula -y al final positiva-, sí que hay submarinismo en este primer tomo, en concreto, unas primeras pinceladas para que los neófitos Iori y Kohei, y a la postre el lector, vayan sumergiéndose en una disciplina tan bonita e inspiradora. El miedo de Iori al agua, pero también las ganas de superarlo y conocer un mundo nuevo expandiendo su zona de confort harán todavía más interesante cada lección y consejo de Tokita y Kotobuki, que cuando se ponen en modo submarinismo, son los dos tipos más serios y responsables sobre la faz de la tierra.
Respecto a la comedia romántica... Sí, tenemos a las dos primas de Iori, Nanaka y Chisa, que son dos bellezones que de aquí en adelante van a compartir mucho tiempo con él, sobre todo Chisa, que va a asistir a la misma universidad y cursará la misma carrera que el chico. El problema es que el reencuentro de Iori y Chisa se produce en un contexto nada favorable para el primero, y la segunda le ha cogido un poco de tirria, por no decir asco. Esa relación de los primos va a ser una de las claves de la serie, pues va a moverse entre una confianza y una cercanía muy natural salpicada por las metidas de pata de él en los peores momentos posibles. No hay más que ver el capítulo de la habitación de Iori para percatarse de ello... Si es que es posbile hacerlo mientras te partes de la risa con las diferentes decoraciones de la habitación para contentar a Nanaka que se les van ocurriendo a esta panda de cazurros.
Lo dicho, una primera toma de contacto magnífica para mostrar el tono general de Grand Blue: fiesta, borrachera... Pero también ganas de aprender y superarse a uno mismo.
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