jueves, 16 de abril de 2015

Mata el aburrimiento

Akame ga Kill!



Tatsumi es un chico inocente que un día se embarca junto a dos amigos en un viaje a la capital imperial para conseguir dinero que saque de la pobreza a su pueblo natal. Pero allí descubre que la gran ciudad no es más que un nido de corrupción y podredumbre que beneficia a unos pocos poderosos y somete con crueldad al pueblo. Así, acabará enrolado en Night Raid, un grupo de asesinos que pretende acabar de raíz con el desalmado Primer Ministro y su gobierno.

Akame ga Kill! es simple y sincera. Simple porque no hay un guion enrevesado ni claroscuros en él. Tenemos una facción "buena" que lucha por la justicia y una facción "mala" que pretende mantener el statu quo y con ello su privilegio y el sometimiento del pueblo; y ambas secciones intentarán imponerse a la otra mediante un derramamiento de sangre, ni más ni menos. Es sincera porque no pretende ser ni parecer más de lo que es, una sucesión de enfrentamientos entre personajes exageradamente molones y fuertes en los que nadie, insisto, nadie está libre de ser alcanzado por la parca.

Los personajes están bien definidos, con un cierto toque caricaturesco en sus personalidades para amplificar su cualidad de bueno o de malo, especialmente se exagera esta caricaturización en los mandamases del imperio para conseguir de manera rápida y efectiva el rechazo del espectador. No obstante, existen personajes "buenos" que hacen gala de falta de piedad hacia sus enemigos y ciertos "malos" que sirven al imperio creyendo que hacen un bien al servir al poder establecido (Wave) o que el ansia de justicia acaba por corromperlos y convertirlos en aquello que repudian (Seryuu). Otros, como Esdeath, pertenecen a una u otra facción por la simple razón de satisfacer sus crueles y despiadados instintos. 

Y esas sinceridad y simplicidad son las que hacen que la serie funcione a la perfección. El ritmo es trepidante y los capítulos de transición brillan por su ausencia. La factura técnica es en general notable y las batallas están bien orquestadas y duran lo justo para no dejar con ganas de más ni aburrir. Incluso el final divergente del manga no desentona con el espíritu de la serie y puede darse por válido.

En definitiva, Akame ga Kill! es entretenimiento puro y sin complicaciones para todos los que quieran llenarse los ojos de buenas peleas, sangre y personajes carismáticos. Una serie perfecta para relajar la materia gris.


2 comentarios:

  1. Pues sí, a pesar de los inevitables clichés del shone, es un buen anime, que logra amenizar mucho y con personajes más o menos bien definidos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es buena serie, sí. Aunque esa moda de que muera todo el que se ponga por delante... No es que no me guste, pero no acabo de cogerle el gusto.

      Eliminar