Tomo muy completo, de los que más me han gustado. Hachiken sigue luchando contra sí mismo, contra el desprecio de su padre hacia todo lo que huela a fracaso y contra la bendita ignorancia de Mikage, tanto en los estudios como en el amor. Ver a esta torpe parejita avanzar es enternecedor, aunque un poco desesperante también.
Debo advertir que este tomo es muy 'gore': vamos a ir de paseo al matadero y a observar todos los pasos desde que el cerdo llega vivo hasta el despiece y elaborado de los diferentes productos, todo muy bien explicado para que lo podamos entender. Por supuesto van a enmarronar a Hachiken para que se encargue de organizarlo todo. El-chico-que-no-sabe-decir-no ataca de nuevo...
Pocas cosas me quedan por decir de esta serie tras nueve tomos, aparte de que me encanta. Humor, drama y esa labor didáctica que exhibe están tan bien mezcladas que en apenas veinte minutos has devorado el tomo. Es uno de los mangas más redondos que he tenido el placer de comprar y leer.
Lo mejor: El yogur de Macholandia; suegra y nuera por fin se conocen; la cuñada rusa.
Lo peor: Como siempre, la larga espera.
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