martes, 18 de marzo de 2014

Silver Spoon #1: Vaquitas y pollitos

Era inevitable que con lo mucho que me gustó el anime en su día le echara el guante al manga; otro manga más para esta locura de comienzos en el blog.

Yugo Hachiken es un chaval de ciudad que ha acabado con sus huesos en la Escuela de Capacitación Agraria de Yezo, donde la mayoría de estudiantes proceden de familias que se dedican a la ganadería, la agricultura... Al sector primario, en definitiva. ¿Y qué pinta Hachiken en un sitio así? ¿Y por qué ha ido a una escuela agropecuaria si no tiene claro qué quiere hacer con su vida?

Este tomo da para mucho: conocer algunos entresijos de la escuela, al propio protagonista y su mar de dudas, y al estupendo elenco de secundarios que lo acompaña; digo estupendo porque ese grupo tan variopinto se encarga de sacarle todo el jugo a Hachiken, que se luce con sus reacciones y sus salidas.

Si tengo algo que destacar es su humor, ese humor tan característico de Arakawa con el que no te queda más remedio que soltar una carcajada ante las ocurrencias de los personajes. Ver la manera de jugar al pin pon de Tamako, a los del Club Holstein, o el bautismo del tierno Chuletón son algunos ejemplos de lo que puede dar de sí el humor de este primer tomo.

Tiene pinta de ser bastante diferente del anime, de ser bastante mejor, de hecho. Espero confirmarlo en los próximos tomos. Hasta que me ponga al día con el manga dejaré de ver el anime para llevarme alguna sorpresa.

Lo mejor: Hachiken es un gran protagonista; la ambientación; enseña y divierte a la vez.

Lo peor: Nada.

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