viernes, 14 de febrero de 2014

25 años en el Olimpo



El pasado 9 de febrero se cumplieron 25 años de la muerte de Osamu Tezuka. A los más jóvenes os sonará el nombre, que es una persona muy importante para el mundo del manganime y poco más. Permitidme mostraros unos ligeros trazos del hombre que hay tras el apelativo de 'Dios del manga'.

Osamu Tezuka nació el 3 de noviembre de 1928 en Yokohama, Osaka, en el seno de una familia liberal, siendo el mayor de tres hermanos. Desde pequeño se mostraba ingenioso e imaginativo, además de un amante de los insectos, razón por la que posteriormente incluyó el kanji de 'insecto' en su nombre. La experiencia vivida en la II Guerra Mundial le marcó e influenció de manera notable en su posterior obra.

Un dato curioso que pocos saben es que estudió y se licenció en Medicina, aunque nunca llegó a ejercer ya que escogió como medio de vida su gran pasión: el manga.

Cambió para siempre la forma de ver el cómic en Japón. Introdujo el concepto de guion y el de serie larga que sirvieron de inspiración para el manga moderno. Dibujó más de 150.000 páginas compiladas en unos 700 tomos, aunque no alcanzaría el éxito hasta la década de los 50, con Astro Boy y Ribbon no Kishi, más conocido aquí como La Princesa Caballero, el considerado como primer shojo de la historia. En años posteriores seguiría creando éxitos como Black Jack (1973-1984), el famoso médico de ética cuestionable; Budha (1972-1983) una adaptación libre de la vida del fundador del budaísmo; y Adolf (1983), obra ambientada en la Alemania nazi durante la Olimpiada de Berlín en 1936. No obstante, no hay que olvidar la considerada por muchos obra maestra del maestro: Hi no Tori, o Fénix para nosotros, su obra más intimista en la que trabajó durante la friolera de 34 años y que terminó poco antes de su muerte.

Pero no le bastó con revolucionar el manga, también se convirtió en un pionero de la animación japonesa. Fundó su propio estudio de animación, Mushi Productions, con el que adaptó muchas de las historias que antes había plasmado en papel. Así, Astro Boy se convirtió en la primera serie de dibujos animados japonesa. Luego llegaron Kimba, el león blanco y La Princesa Caballero. No obstante, y a pesar de los numerosos éxitos, el estudio se vio obligado a cerrar en la década de los 70 tras sufrir una serie de sucesivas crisis económicas. En sus últimos años realizó un sinfín de animaciones experimentales que han servido de ejemplo e inspiración para los animadores modernos de todo el mundo.

Como comenté en anteriores párrafos, la II Guerra Mundial causó un gran impacto en su vida y en su obra, dotándolo de una gran sensibilidad y tomando como temas recurrentes el valor de la vida, el optimismo y el humanismo, aunque ello no impidió que en numerosas ocasiones mostrara en sus obras crudeza y violencia. En sus últimos años trató temas muy poco frecuentes en el manga y considerados tabú en aquella época como la homosexualidad, la corrupción política y las armas químicas. Era un apasionado de Disney, lo cual se refleja en su estilo de dibujo con personajes de corte infantil con grandes ojos; este estilo a la hora de dibujar ojos se convirtió en un rasgo distintivo del cómic y la animación japonesa. Conoció de forma breve a Walt Disney, que lo felicitó por su trabajo en Astro Boy, y consiguió obtener su permiso para adaptar a manga la versión animada de Bambi. Lo que nunca llegó a ver es que una de sus obras, Kimba el león blanco, le sirvió de algo más que de inspiración a la compañía americana para dar a luz una de sus obras maestras, El Rey León.

Otra nota curiosa es que el director Stanley Kubrik, tras leer Astro Boy, se puso en contacto con Tezuka para ofrecerle el puesto de director artístico de 2001, Una Odisea del Espacio. El mangaka japonés rechazó la oferta porque le suponía estar fuera de Japón durante una larga temporada.

Trabajador infatigable, ni siquiera el diagnóstico de cáncer de estómago consiguió pararle. Sus últimas palabras fueron: "Os lo ruego, ¡dejadme trabajar!". Su muerte se produjo un mes después de la del Emperador Hirohito y causó una gran consternación entre la sociedad japonesa. La prensa pidió que se le entregara el Premio Nobel de Literatura a título póstumo, pero fue rechazado. De todas maneras, su influencia en el manga, el anime y en la cultura nipona en general le fueron reconocidos de manera unánime, culminando este reconocimiento en 1997 con la instauración del Premio Tezuka, considerado el más importante del mundillo.

Muchos de vosotros no habréis leído ninguna de sus obras, yo debo reconocer con cierto rubor que no lo he hecho aun, pero espero que os haya quedado claro que, de manera indirecta, todos vosotros estáis metidos en este mundillo -estamos metidos en este mundillo- gracias al genio incomparable del maestro Tezuka. Este es mi sentido homenaje, espero que os haya resultado interesante a vosotros... Y que a él le haya gustado.

2 comentarios:

  1. no he leído nada de este autor, pero si que he visto el de astro boy y el de la princesa caballero pero nunca me he animado a leerlo xD
    saludos !

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante. No sabía casi nada de este autor O.o Muy interesante (de nuevo) todos los datos.

    Un saludo, Bego :)

    ResponderEliminar