viernes, 1 de agosto de 2014

Supervivencia galáctica

Sidonia no Kishi


El universo, ese "todo" del que tanto sabemos y del que desconocemos mucho más. Cuántas veces ha soñado -y soñará- el hombre en surcarlo sin ataduras y llegar hasta el último rincón; casi tantas como relatos, libros, videojuegos y series de televisión en los que imaginaba esa eventual conquista espacial. El manganime tampoco ha sido ajeno a dicho anhelo, y Sidonia no Kishi es el penúltimo ejemplo de ello.

Sidonia es una de las naves nodrizas empleadas por la humanidad para huir de la destrucción del Sistema Solar perpetrada por unos extraños entes alienígenas conocidos como gaunas. Nagate Tanikaze es un joven que ha crecido en las entrañas de Sidonia bajo la tutela de su abuelo; tras la muerte de este sale al exterior en busca de comida. De manera inesperada se convertirá en la esperanza de la humanidad como piloto de Tsugumori, un legendario garde ( híbrido de nave espacial/robot humanoide) empleado en la última gran guerra anti-gauna.

La serie presenta a Sidonia como una sociedad distópica, gobernada con mano de hierro por una élite formada por ancianos y militares que intrigan y conspiran entre ellos; las personas se han tenido que adaptar a su travesía por el espacio, pudiendo hacer la fotosíntesis y esquivar la necesidad de alimentarse a menudo; los experimentos también han originado un tercer sexo capaz de procrear con los otros dos según la pareja que escoja. Todas estas peculiaridades las vemos a través de los ojos de un Nagate guiado por Izana y Hoshijiro, para él también todo esto es nuevo al haber vivido hasta entonces apartado de la sociedad. Resulta curioso ver que en Sidonia el bicho raro es él, ya que necesita alimentarse constantemente y su capacidad de curación es casi sobrenatural.


Si bien la ambientación de Sidonia y su organización son muy interesantes y vitales para comprender la serie en su conjunto, el núcleo principal de esta es sin duda la eterna batalla contra los gauna. Un solo espécimen de esta raza extraterrestre puede tener un tamaño y sed de sangre brutales. Aunque los habitantes de Sidonia cuentan con los sofisticados gardes y sus pilotos son minuciosamente escogidos tras un largo y duro período de entrenamiento, cada salida a espacio exterior para combatir una de esas moles se convierte en una sentencia de muerte casi segura para la mayoría de ellos. La angustia de Nagate y sus compañeros cuando un gauna los pone al borde del precipicio queda muy bien reflejada; cualquier error, propio o ajeno, cualquier pérdida de control, cualquier inconveniente puede suponer la aniquilación de todo el grupo.

Sidonia no Kishi tiene los mimbres necesarios para ser la serie del año: una historia sólida de inteligentes giros y claroscuros, personajes bien desarrollados, una ambientación atrayente, la segunda temporada a la vuelta de la esquina... Por desgracia, todos estos argumentos quedan emborronados por el más que discutible apartado técnico. Que se haya optado por una animación CGI de tan ínfima calidad me parece hasta insultante para la misma serie. Los diseños de los personajes son muy básicos, de movimientos robóticos y sus expresiones faciales carentes de alma; he visto animaciones amateurs con más expresividad, incluso las escenas in game de videojuegos de la pasada generación están mejor resueltas. Los escenarios cumplen sin más pero son demasiado monótonos. Las batallas están bien coreografiadas y son emocionantes, pero también pecan de ser demasiado asépticas y rutinarias. El colofón lo pone un opening hecho con fragmentos de los primeros capítulos, el culmen de la cutrez.

Resulta contradictorio hablar muy bien de una serie, pero a la vez hablar muy mal. No acaba de hacer fracasar a la serie, todos aceptamos que la historia es mucho más importante que el dibujo, pero este también es un medio vital para transmitir sensaciones y emociones y, en definitiva, para hacer entrar la serie por los ojos. Solo espero que el estudio haya aprendido la lección, pues ya se sabe que los experimentos... solo con gaseosa.

2 comentarios:

  1. Comento solo para decirte que he estado desconectado porque cierto blogger barcelonés vino a hacerme una visita y que hasta hoy no me he dado cuenta de que habías cambiado de dirección. ¡Te resigo!

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    1. ¡Mucho me has tardado! ¡Que no se vuelva a repetir!

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