viernes, 18 de octubre de 2013

Los esclavos del ganado

Silver Spoon


Yugo Hachiken es un chico de ciudad de clase media que decide huir de Sapporo y su padre hacia la Escuela de Capacitación Agraria de Yezo, destinada a formar a futuros granjeros y agricultores situada en Hokkaido, por la simple razón de que dispone de internado. Como podréis imaginar, Hachiken solo ha visto un pollo frito y rebozado, por lo que todo es nuevo para él. Además, está rodeado de compañeros de clase que heredarán o trabajarán en la granja de sus padres y son auténticos entendidos en el tema, lo cual le hace sentirse más bicho raro aún.

Todos esos compañeros formarán el elenco de secundarios que enseñarán a Hachiken las artes campestres, destacando Mikage, la chica de la que quedará prendado y por la que se unirá al Club de Equitación. Mikage será la que más lo acerque al campo cuando lo lleva a su casa para trabajar durante el verano. El resto de personajes como Komaba, Tamako o Yoshino irán aportando su granito de arena a la historia bien con divertidos gags o contando su historia personal. Aunque sería injusto no tener unas palabras para los profesores, en especial Nakayima -su guerra quesera con Yoshino es tronchante- y Niwatori, siempre presto con su arrocera a cuestas.

A pesar de que la serie está impregnada de ese humor que tanto caracteriza a la maestra Arakawa y del que disfruto sobremanera, no hay que perder de vista la cantidad de mensajes que emanan de cada capítulo a través de las tribulaciones y desvelos de Hachiken. Por un lado está la huida que lo lleva a Yezo por no haber podido cumplir con las expectativas de su padre y el hastío de una vida gris; por el otro están las cuestiones que surgen a través del día a día en la escuela: el duro desempeño de los trabajadores del sector primario y su escaso reconocimiento social y económico, el enfrentamiento de las grandes corporaciones ganaderas frente a las granjas eminentemente familiares, y la misión y trato hacia los animales como medio de alimento y sustento, que ocupará el grueso de la serie a través del tierno lechón Butadon (Cerdo Agridulce).

Ese es a mi entender el objetivo final de la serie, recordar que la carne, los huevos o la leche con la que nos alimentamos cada día procede de animales que sienten, padecen y merecen todo el respeto que les podamos profesar por ese sacrificio al que les obligamos. Un granjero, a pesar de criar sus animales con el matadero como destino final, siente tanto o más afecto y respeto por ellos como lo pueda sentir un vegetariano.

En definitiva, una serie diferente llena de humor y mensajes, que demuestra que una huida, lejos de ser algo malo, puede llevarnos a conocer el mundo al que pertenecemos y amigos con los que comerse la vida a bocados.

6 comentarios:

  1. Mira, esta ha sido la gota que ha colmado el baso!, ale, ya has conseguido que me quiera comprar el manga y ver el anime^^

    Muy buena entrada!!^^^

    Un abrazo!


    Jeanne

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que mi opinión te haya servido para decidirte. Yo también voy a comprar el manga en cuanto pueda; se dice que es bastante mejor que el anime.

      ¡Gracias por tu comentario!

      Eliminar
  2. Una muy buena serie ^__^ Y ciertamente sorprende el radical cambio que esta autora nos dio cambiando de FMA a esto xD pero es un buen cambio. :)
    Y muy completa, porque tiene tanto parte comica con los personajes principales como con los secundarios (la guerra quesera de Yoshino me encanta xD), como un poco de drama que nos lo van soltando poco a poco con el complejo de Hachiken y otros personajes, etc, etc.
    A mi personalmente, me gusta más el manga que el anime, sin menospreciar ni un apice el anime, simplemente es porque como ya te dije me gusta mucho más leer el manga xD cosas mías.

    También creo que esta serie va con una cierta intención de moralizarnos en cuanto a la procedencia y el esfuerzo que llevan los alimentos que tan fácilmente compramos para consumirlos. A mi memoria viene una curiosidad,y es que los indios mohicanos cada vez que mataban un animal le pedían perdon y daban las gracias a su espíritu por haberlo cazado y porque se convirtiera en su alimento, al igual que daban las gracias a la tierra al recoger los vegetales. Estaría bien tener en cuenta que como dices y cito literalmente: "la carne, los huevos o la leche con la que nos alimentamos cada día procede de animales que sienten, padecen y merecen todo el respeto que les podamos profesar por ese sacrificio al que les obligamos" ^W^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con comentarios así da gusto tener un blog :) Estoy deseando echarle el guante al manga para poder comparar.

      ¡Gracias por tu comentario!

      Eliminar
  3. No es una mala serie pero sí una mala adaptación del manga. Cuando te lo compres y lo leas lo comprenderás ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que hay lectores del manga que se han quedado muy chafados con el anime... Yo he quedado muy satisfecho con él a falta de leer el manga.

      ¡Gracias por tu comentario!

      Eliminar