El harisen y el peluche guerrero

Full Metal Panic? Fumoffu

Kyoto Animation se lo puso fácil y a la vez difícil a la hora de escoger su primer trabajo como estudio, el que lo daría a conocer en la industria. Fácil porque cogieron el testigo de Gonzo y apostaron por una franquicia establecida y muy popular con un público fiel que leía las novelas y estaba ansioso por ver de nuevo a sus personajes favoritos. La parte complicada vino por esa a veces maravillosa manía de KyoAni de ser diferente del resto; y es que si bien apostó por Full Metal Panic!, el tono de esa apuesta fue muy diferente de lo que se podría considerar "normal".

Fumoffu vuelve a traernos las andanzas de Sousuke Sagara y Kaname Chidori, pero esta vez desde un marcado tono cómico y absurdo, centrándose en sus vivencias en el instituto, los extravagantes intentos de Sousuke por proteger a Kaname de forma "discreta" y la desgana de ella para cumplir las extrañas peticiones del peculiar y pomposo presidente del Consejo Estudiantil.

Esta serie desdeña por completo la parte "mecha" de la franquicia, incluyendo operaciones militares, AS y todo lo relacionado con Mithril para centrarse en la parte más ligera, pero dando a esa parte una vuelta de tuerca más hasta conseguir algo completamente original pero con toda la esencia Full Metal Panic!. Podremos ver desde explosiones controladas de zapateros para neutralizar la posible amenaza de una carta de amor hasta la cuarentena de un aula entera ante una amenaza biológica -sublime ese episodio-, pasando por el entrenamiento del equipo de rugby del instituto al más puro estilo "chaqueta metálica". El despelote es notable y el harisen de Kaname restallará en el aire con elegancia y dureza para controlar los desmanes del joven mercenario.

Los 12 episodios son autoconclusivos y tendrán lugar en diversas localizaciones: el instituto, la playa, la montaña... El eje central por norma general será un requerimiento del presidente del Consejo Estudiantil a Kaname y Sousuke que intentarán cumplir con mayor o menor fortuna, pero siempre consiguiendo sacar una carcajada en el proceso. Aunque he comentado que todo lo relacionado con Mithril quedaba fuera de la serie, no pasa así con los integrantes de la organización militar; Melissa, Kurz y Tessa tendrán su cuota de pantalla para mostrar su vis más cómica. No obstante, aunque el objetivo de la serie es el humor más absurdo posible para partir al espectador de la risa, también hay momentos de compenetración e intimidad entre Kaname y Sousuke, que avanzarán (un pelín nada más) en esa extraña relación de pareja que mantienen sin darse cuenta.

El cambio de estudio no puede sentar mejor a la serie. Kyoto Animation es por norma general muy escrupulosa en el apartado técnico y en su primer trabajo comenzó a forjar tal fama. Modelos más detallados, estilizados y coloridos, animación a muy alto nivel durante toda la serie... Deja a Gonzo bastante atrás en ese aspecto, aunque hay que reconocer que la primera serie tiene 24 episodios por 12 de Fumoffu, un factor influyente a la hora de repartir esfuerzos y tiempo en su realización.

Full Metal Panic? Fumoffu constituye un soplo de aire fresco, un relajo para la franquicia y un estreno notable para KyoAni que a pesar de estar fuera de la línea argumental ningún fan se debería perder. Pero sobre todo es anticipo y prólogo de la que sería la mejor adaptación de la franquicia Full Metal Panic! del mundo del anime: The Second Raid. Pero esa es otra historia que contaré pronto.