El Elogio de la Sombra es un ensayo escrito por Junichirô Tanizaki, en el que a partir de una reivindicación de la sombra y el claroscuro como partes indispensables de la belleza, critica con elegancia la pérdida de las tradiciones en pos de un progreso deslumbrante pero carente de esencia.
Creo que si sois amantes de la cultura japonesa en general leer este ensayo es una obligación. Es más, casi se lo recomendaría a cualquiera porque es un texto plenamente vigente a pesar de estar escrito en 1933. No deja de ser un discurso de palabras sencillas y alejado de amaneramientos que analiza la pérdida de la identidad y tradiciones japonesas a cambio de recuperar el tiempo perdido tras el largo aislamiento del Período Edo.
Toda esa crítica a la pérdida de identidad, al olvido de las tradiciones más arraigadas al pueblo japonés, la hace a través de temas tan mundanos e insignificantes como el papel de las puertas correderas, la conveniencia de un retrete dentro o fuera de la casa o la inconveniencia de aparatos modernos como teléfonos en casas tradicionales. También habla de teatro, comida, hoteles... Lo hace en un discurso muy sencillo y sin pompa, como si se lo estuviera contando a un amigo con el que se toma un té. Incluso hay ciertos puntos de la lectura en las que se nota un genuino enfado del autor que te hace pensar que este ensayo no es más que el sermón de un viejo cascarrabias al que la modernidad le viene demasiado grande.
Pero no os lleve a engaño, es una lectura muy recomendable. Es ligera y corta y como he dicho antes, su contenido no solo es extrapolable a nuestros días, sino también a nuestra cultura si uno sabe leer entre líneas. No es menos cierto que estamos sustituyendo muchísimas costumbres y tradiciones por un progreso escaso de calidez humana.
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