lunes, 19 de marzo de 2018

Sengoku Jidai moe~

Oda Nobuna no Yabou 


Yoshiharu Sagara es un friki del juego de estrategia
Nobunaga Oda's Ambition que viaja en el tiempo hasta el Periodo Sengoku, donde descubre que los principales generales y políticos de la época son bellas chicas. Sagara entra en la corte de Nobuna Oda, alter ego femenino de Nobunaga Oda, como encargado de sus sandalias en lugar de Toyotomi Hideyoshi, que muere antes de tomar su lugar en la historia.

Cuando afronté el visionado de esta serie no tenía ni la más remota idea de lo que me iba a encontrar, fue una de esas veces en las que buscando imágenes para el blog o para el avatar de un foro di con una rubia despampanante que tenía pinta de ser bastante guerrera. Cuál fue mi sorpresa cuando me encontré con una reinterpretación del Periodo Sengoku cambiando de sexo a muchos de sus protagonistas e introduciendo a un chico venido del futuro que se sabe la historia y utiliza esa carta a su favor para salvar el pellejo y de camino conquistar el corazón de una señora feudal llamada a unificar Japón bajo su mando.

Hay que reconocer que la idea es curiosa -que no novedosa- y durante la primera parte la serie funciona relativamente bien recreando pasajes del Sengoku con fidelidad pero añadiendo los lógicos matices consecuencia del cambio de sexo de los actores principales. Yoshiharu cae bien por su honestidad y el alboroto de neuronas que le provoca estar rodeado de tanta chica; además hace una excelente pareja con Nobuna, bastante creíble en su papel de líder, a veces algo indecisa y dependiente de sus subalternos. Todos los personajes históricos que cambian de sexo aúnan todas las características de sus alter ego masculinos y añaden otras para darle su propio sello a la historia, como alguna coletilla o poderes exorcizadores. Hay otros que son combinación de dos personas y algunos directamente inventados.

El problema llega en la segunda parte; a esas alturas hay detalles que el autor ha ido cambiando respecto a los hechos históricos, sobre todo relativos a la muerte de algunos personajes, que poco a poco separan al anime de la historia y obligan a improvisar para encajar las piezas con coherencia. Eso y la obligación de finalizar en 12 episodios provocan el aceleramiento de la serie, que acaba por irse. Se forma un pequeño gran caos de batallas, alianzas extrañas y acontecimientos en un lapso de tiempo demasiado corto teniendo en cuenta los medios para el transporte de personas e información  de la época que acaba por dejar una sensación bastante rara al terminar la serie.

Visualmente Oda Nobuna no Yabou es bastante consistente. Lo que más llama la atención -algo normal teniendo en cuenta que es uno de los ganchos principales de la serie- es el excelente diseño de los personajes femeninos, me atrevería a decir que incluso destacan demasiado respecto a los personajes masculinos y de relleno. Las chicas son tan atractivas y jóvenes que verlas "jugar" a las guerras y gobernar e intimidar a hombres y mujeres adultos resulta un tanto extraño al principio. Habrá quien se acostumbre y disfrute con ello y quien le parezca una absoluta ofensa esta alteración de la historia japonesa. Hay gente para todo.

Lo que sí es verdad es que es una serie muy entretenida que al final se deja ir y aunque parezca increíble puede ser una puerta de entrada, un acicate para adentrarse en una de las épocas más convulsas y apasionantes de la historia del país del sol naciente.

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