viernes, 22 de septiembre de 2017

Saga Geralt de Rivia VI: La Torre de la Golondrina

Sexta parte de las aventuras del brujo. ¿O tal vez debería decir de la brujilla?

Las correrías de Falka como bandolera han llegado a su fin de la manera más abrupta y cruel prosible. Ahora cura sus terribles heridas protegida por la inmensidad de unos pantanales bajo los cuidados de un ermitaño llamado Vysogota. Mientras tanto, Geralt y su compañía se adentran en territorio imperial siguiendo la búsqueda de Ciri cruzando caminos con los secuaces de Vilgefortz. Este mismo es el objetivo de Yennefer, al que cree poseedor de la clave para dar con Ciri.

Durante muchos momentos La Torre de la Golondrina es una novela portentosa e imprescindible, y en esos momentos Ciri es la protagonista absoluta. El final de los Ratas, el calvario que pasa hasta que huye malherida... Es un relato apasionante y ampliamente esperado por el lector desde la anterior novela. Sapkowski hace una narración brillante, pasando de la cabaña de Vysogota al los mismos hechos que la Leoncilla de Cintra narra. Esos constantes cambios en el tiempo te atrapan sin remisión. La Ciri de ahora nada tiene que ver con la Ciri del principio, está desgastada por el odio, superada por su propio poder, dolida por la soledad con la que ha sido castigada, y se nota en su manera de hablar, en su desahogo al relatarle al ermitaño cómo llegó allí y por qué su cara está brutalmente mutilada.

El gran problema es que el protagonista de todo esto es Geralt, no ella; el autor no quiere que se le pierda de vista y altera el ritmo de la novela metiendo las desventuras del brujo. No es una parte mala, ni mucho menos, se trata de Geralt, y sus diálogos son impagables, pero la ansiedad por saber más de Ciri y lo magistral de la parte de la chica hacen que el ritmo se vea muy penalizado. Podría decirse algo parecido respecto a Yennefer, pero esta cuenta con la ventaja de estar en las Islas Skellige, un lugar desconocido y con algún que otro personaje interesante. Además, su objetivo es la venganza, es Vilgefortz, todos tenemos ganas de coger por banda al mago y que pague por sus repugnantes experimentos.

La Torre de la Golondrina es una novela desigual, que alterna una parte magistral con otra más mundana, pero uno se olvida de ese pequeño altibajo cada vez que se desliza de noche hasta aquella cabaña con su tejado de bálago hundido.

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