martes, 26 de julio de 2016

Saga Geralt de Rivia V: Bautismo de Fuego

Quinta novela de la Saga del Brujo, una de las series fantásticas más disfrutables y olvidadas que conozco.

Geralt cura sus heridas en Brokilón antes de emprender un desesperado viaje acompañado de Jaskier y Milva -una medio dríada de excepcional habilidad con el arco- en busca de Ciri. Mientras, la Leoncilla de Cintra ha abrazado la vida del pillaje y el crimen bajo el nombre de Falka junto a un grupo de bandoleros. Por otro lado, un grupo de hechiceras de distinto origen urden una logia con el objetivo de influir en el destino del mundo una vez la guerra y la tensión acaben.

El horror de la guerra, escenificado en el pillaje, la epidemia y el absoluto desdén hacia la vida ajena se hacen patentes en esta novela. Geralt descubre en la amarga travesía en busca de su protegida que ya nada es lo que parece: seres otrora enemigos se convierten en inestimables compañeros de viaje, grupos carroñeros que se mueven entre campos de batalla desolados se convierten en personajes bondadosos consigo mismos y su entorno más cercano. El brujo también descubre que deshacerse de los demás para cumplir su penitencia es imposible y se verá rodeado de un heterogéneo y peculiar grupo que por una u otra razón caritativa o egoísta comparten el deseo de encontrar a Ciri. Una suerte de compañía del brujo de afilada conversación y extraña efectividad para afrontar los devenires del camino.

La formación de la logia de las hechiceras arroja luz sobre la genealogía de una Ciri prácticamente ausente durante todo el volumen, su importancia para los países en conflicto y para el mundo de la magia que este grupo de mujeres trata de salvaguardar y aislar de políticas y guerras. Estos capítulos son muy esclarecedores y didácticos, exponen las leyendas y los esfuerzos de los magos para con la Antigua Sangre que antes portaron Calanthe y Pavetta y que ahora corre por las venas de Ciri. Ya sea para su ingreso en una logia, para protegerla o para cercenar su vida, la chica de los cabellos cenicientos es la meta de todos.

No sé si me ha gustado más o menos que los anteriores libros, pero ha habido partes que me han encantado, como las demostraciones de elocuencia del enigmático Regis, la bondad de Zoltan Chivay y su grupo, o el minuto de gloria de Yennefer en la última reunión de la logia hechiceril. Debo insistir una vez más en que lo mejor sin ninguna duda de la narrativa de Sapkowsky son los diálogos, no importa que los interlocutores sean cultos o completos analfabetos, están llenos de brillantez y frescura, son fáciles de seguir y muy esclarecedores si se saben leer entre líneas.

Todo puede resumirse en el arrebato de rabia con el que Geralt manda a freír gárgaras su autoproclamada neutralidad y en la risotada amarga con la que termina el libro. Quién le iba a decir que acabaría llevando el apellido de Rivia con todas las de la ley.

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