sábado, 30 de abril de 2016

Your Lie in April. Conclusión



Y también me permití el lujo, solo en aquella ocasión, de decir una mentira.


Kôsei Arima es un prodigio del piano que acaparó premios y atenciones hasta que la muerte de su madre lo traumatizó, impidiéndole oír el sonido de su propia interpretación y apartándose así de la escena musical. En la primavera de sus catorce años conoce a Kaori Miyazono, una violinista vital e impulsiva, con bastante mala uva y de belleza sin par que lo arrastra de vuelta a los escenarios para que sea su acompañamiento. Así, la vida de Kôsei abandona los tonos grises para llenarse de vivos colores. Y es que a partir de entonces ya nada volverá a ser lo mismo.

Ese día de febrero en el que se anunció la licencia de Your Lie in April me llevé la mayor alegría del año. Por aquel entonces estaba totalmente conquistado por el anime y ya le estaba echando ojeadas serias al manga a través de scans, pero en cuanto supe que vendría a España abandoné la lectura porque tenía muy claro que era una compra segura y vital para mí. Si el manga me daba la mitad de lo que por aquel entonces me estaba dando el anime la compra estaría amortizada. Tras poco más de un año de tranquila lectura puedo decir que no me ha dado la mitad, sino muchísimo más.

Your Lie in April es un cruce de caminos. El de Kaori, una chica que llegado un momento decide vaciar su mochila de tristezas y arrepentimientos para colmarla de amor y gratitud; y el de Kôsei, para el que el tiempo ha permanecido inmóvil los dos últimos años. Una pequeña mentira servirá para que la violinista caprichosa se lleve por delante al pianista que ya no huele a girasoles, para enseñarle la belleza de las pequeñas cosas y lo inolvidable de entrar en el corazón de los demás. Ambos se necesitan aunque sea por razones muy diferentes, creando una complicidad instantánea que se alimenta con frases de Peanuts y música clásica.

La historia es agridulce y desde el principio da señales evidentes de su desenlace, pero se muestra en todo momento sólida y segura de sí misma, muy consciente de lo que es a la vez su principal virtud y defecto: el drama de Kaori. Sobre él giran sin remisión tanto Kôsei como el resto de personajes ya sea de manera directa o indirecta. Pero cuando el ritmo baja o la tristeza amenaza con envolverlo todo aparecen Tsubaki y su lucha contra ese arma de doble filo que es la amistad de la infancia, o tal vez ese Watari que esconde tras su fachada de mujeriego a un chico sabio que lee los sentimientos de las personas mejor que nadie. Estos amigos canalizan la parte emocional de Kôsei, pero las encargadas de su parte musical son Hiroko como maestra y Nagi como pupila.


Nagi es de largo el mejor personaje de la serie, curiosamente porque es ajena a la trama principal. La pequeña pianista es un oasis de frescura que aparece en un momento decisivo de la serie en el que Kaori está atada al hospital y las pequeñas subtramas de los demás han quedado más o menos encauzadas. Los capítulos donde aparece se hacen no cortos, sino cortísimos y su actuación con Kôsei al son de La Bella Durmiente es uno de los momentos estelares de la serie. En el aspecto argumental solo se hecha en falta una mayor participación de Emi y Takeshi, reducida a un par de momentos estelares -eso sí, la primera actuación de Emi gobierna el cuarto tomo sin piedad-. Hubiera sido interesante desarrollar la parte competitiva de la serie con más concursos y rivalidades entre Kôsei, Kaori y el resto de músicos que aparecen con el pasar de los capítulos.

Aunque creo que más importante que lo que se cuenta es cómo se cuenta. Resulta fascinante ver la extraña y perfecta mezcla del drama con el humor, descubrir entre tanta melancolía momentos que arrancan una sonrisa espontánea. Naoshi Arakawa sabe encajar esos momentos divertidos en el momento justo, sorprendiendo muchas veces al lector y sin que el ritmo de la serie se resienta. El dibujo se pone al servicio de los gags deformando a los personajes y asociándolos con fondos que acentúan los sentimientos de aquellos. Aparte de eso, el dibujo es esencialmente simple, con un agradable toque infantil que se vuelve detallado y preciso cuando muestra instrumentos. Se aprecia una sutil evolución en el trazo entre el primer tomo y el último, pero en los dos últimos capítulos se nota que el autor echa el resto y realiza un trabajo artístico pluscuamperfecto, recreándose con Kaori en unos primeros planos llenos pasión y ternura.

Pero todo lo que os he contado antes no es capaz de moverse sin la música, la principal razón de la mayoría de relaciones y vínculos entre todos los personajes. Es difícil expresar con papel y tinta las sensaciones que provoca una pieza de música clásica pero Your Lie in April sale muy bien parada de la tesitura haciendo uso de alegorías, de las expresiones del público y los comentarios de los expertos: jueces, músicos, críticos, etc. Arakawa hace gala de un gusto musical exquisito al elegir un conjunto de piezas clásicas que se mezclan a la perfección con los sentimientos y la personalidad del personaje que las interpreta. Sírvanme de ejemplos la energía y libertad de Kaori representadas a la perfección por la Introduction et Rondo Capriccioso de Saint-Saëns o la volubilidad y belleza de Emi reflejadas en el poderoso Estudio Op. 25 Nº 11 de Chopin. Lo dije en la reseña del anime y me reafirmo en esa sensación de que el repertorio musical parece compuesto ex proceso para la serie, a mi parecer un mérito enorme del autor.

Puede que Your Lie in April no sea la mejor serie que haya leído, pero sí la más bella y la más emocional. A través del drama y con su mencionado sabor agridulce enseña que lo mejor de la vida está en las pequeñas cosas, como disfrutar de un helado con los pies en remojo o caminar con una chica bajo un cielo estrellado. A pesar de su tinte melancólico su lectura es satisfactoria a todos los niveles. La relectura tardará en llegar, me tengo que recuperar de esta emoción desbordante. Pero llegará, tengo que acostumbrarme a la tristeza.

2 comentarios:

  1. Hermosa reseña de este emocional manga ^^ No lo podría haber descrito mejor

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    1. Me alegra que te haya gustado, esta serie se merecía una buena conclusión.

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