martes, 12 de abril de 2016

Your Lie in April #6: Decir adiós

Ecuador de la dulce mentira.

Llega un momento en nuestras vidas en el que nos estancamos. Da igual que sea profesionalmente, espiritualmente, sentimentalmente... El caso es que delante de nosotros aparece un callejón sin salida que no sabemos cómo afrontar. O mejor dicho, no lo vemos porque estamos demasiado centrados en el problema en sí y no en su solución. Unas veces vemos la solución por nosotros mismos, otras nos ayuda -obliga- una violinista caprichosa. Ha llegado la hora de ser un hombre, Kôsei, y pasar página de una vez. Decir adiós. Porque puede que la música sea el veneno pero también es el antídoto.

Y vaya paso que da Kôsei: solo ante el peligro, después de un plantón, con un cabreo de mil demonios y ante esa melodía completamente impregnada por los recuerdos de su madre. Sin plan previo y casi sin darse cuenta ha empezado a cerrar la más amarga de las etapas de su vida.

Hiroko se incorporó en el tomo anterior y en este ya ha dejado su impronta: ha puesto a Kôsei en órbita, le ha recordado quién y qué es, ha tornado a ojos del chico la maldición en un don precioso. Una guía era imprescindible, porque Kaori no guía, da empujones, llama al impulso y a la improvisación. A la felicidad sin condiciones. Hiroko conoce el pasado del chico; de hecho, es parte de su pasado, es la raíz del Kôsei pianista. Solo ella puede hacerlo, es su deber.

Sigo recorriendo el camino maravillado, voy encontrando cositas que no sabía o no recordaba y me encanta. La sensibilidad que se percibe en cada una de las páginas es increíble. Voy a darle caña a este manga porque quiero llegar al final y contaros lo que me hace sentir lo antes posible.

Lo mejor: las peleas de Kôsei y Kaori; Hiroko y su guía; los padres de Kaori;

Lo peor: Ya llevo más de la mitad, me queda menos para acabarla.

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