viernes, 10 de abril de 2020

Un maullido inocente

Nekopara


Kashou Minaduki ha decidido abandonar la casa familiar para cumplir su gran sueño: abrir una pastelería, "La Soleil". Durante la mudanza descubre entre el equipaje a un par polizonas, Chocola y Vanilla, dos de las chicas gato que su hermana Shigure cuida. Aunque al principio intenta enviarlas de vuelta, las dos gatitas lo convencen para que las deje vivir con él a cambio de ayudarle en la pastelería.

No escribo esto para desentrañaros los entresijos de esta serie, porque no daría ni para una línea; tampoco para descubriros su calidad intrínseca, lo cual tampoco me llevaría excesivo tiempo. Pero creo que es interesante dedicarle unas palabras a esta serie, por lo que ha sido y lo que pudo ser; por de dónde vino y hacia dónde fue al final.

Erraré poco al suponer que la mayoría de vosotros conocéis los orígenes de Nekopara, una serie de novelas visuales cortas cuyo principal atractivo es el alto componente erótico. El talento de Sayori, el artista que diseñó e ilustró magistralmente estos juegos, hizo el resto y elevó exponencialmente la popularidad de la franquicia: artbooks, figuras, pósters... En definitiva, una inagotable mina de oro. La adaptación animada era inevitable, normalmente hentai fieles al producto original que arriesgan poco y contentan a los fans. Pero las primeras intentonas animadas de Nekopara fueron dos OVAs bastante recatadas que estaban dando una pista de la definitiva serie de televisión que se estaba gestando en Felix Film. 

El Nekopara anime es muy diferente del Nekopara novela visual, podría considerarse una versión alternativa, incluso un reinicio. la adaptación animada se queda con los personajes, con su concepto e inicio, con su humor sencillo y blanco, pero renuncia al picante y a todo aquello que le puede granjear mala fama para una parte importante del público que la ha rechazado incluso antes de ver un solo episodio. La prueba definitiva es la adición de Cacao, una gatita adoptada por Chocola que no hace sino procurar más inocencia al conjunto.

Entonces, ¿qué es este Nekopara anime? Pues una comedia tontorrona, un sencillo slice of life que pone en el escaparate personajes adorables en el sentido más "animesco" de la palabra, muy diferentes entre sí para que elijas a tu favorito y te deleites con sus ocurrencias. Lo más sorprendente, y tras terminar la serie diría que incluso grato, es que esa renuncia a lo erótico es total, el ecchi es prácticamente inexistente y todo el fan service proviene del componente moe de las gatas, aunque la serie no reniega de sus inefables orígenes, con guiños como alguna frase leíble entre líneas y las ensoñaciones calenturientas de Cinnamon. Incluso en el diseño de personajes se hace visible ese cambio de rumbo respecto a las novelas visuales, es muy bonito y colorido, pero algo más infantil y simple, en pos también de ayudar a un apartado técnico más que correcto pero sin estridencias.

Los enemigos del ecchi que volvieron la cara a Nekopara pueden estar tranquilos, pocas series hay más inocentes y blancas que esta, con la única ambición de agradar y aportar un nuevo registro a la franquicia. Después de todo, el parche +18 siempre se puede comprar por separado.

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