martes, 28 de julio de 2015

El sonido vacilante

Hibike! Euphonium


Kumiko Oumae, que desde pequeña toca el Bombardino siguiendo los pasos de su hermana, se plantea el bachillerato como un reset en su vida, pero al final acabará empujada por sus nuevas compañeras de clase, Sapphire y Hazuki, a entrar en la banda sinfónica. Allí se reencontrará con Reina Kousaka, una trompetista con la que tuvo un encontronazo cuando ambas formaban parte de la banda de su instituto en secundaria.

Vaya por delante que Hibike! Euphonium me parece una buena serie. Todo anime protagonizado por la música y que es bien llevado suele dar buenos resultados; este anime los da cuando salva unos primeros episodios lentos y anodinos y da paso a un ejercicio de esfuerzo, frustración y superación por parte de los integrantes de la banda. Hay ensayos, hay audiciones, hay excelentes interpretaciones y se nota que hay pasión de los encargados del proyecto por la música viendo el mimo y la meticulosidad empleados en cada episodio. También hay dos personajes carismáticos como Asuka -histriónica y divertida, pero por encima de todo misteriosa y el potente motor de la serie-  y el profesor Taki -mucho más contenido y discreto pero con una presencia imponente-, ambos bastante más llamativos que el cuarteto protagonista, encabezado por una Kumiko que aguanta con bastante gracia las ocurrencias de los que la rodean y tiene momentos brillantes como sus conversaciones con Reina, pero también algunos menos admirables como su continua indiferencia hacia Shuuichi. En definitiva, es palpable que muchas veces se siente algo incómoda en el papel de protagonista.

Precisamente aquí es donde la serie empieza a fallar. Kumiko es un personaje que necesita de otro al que le una un vínculo fuerte para desarrollarse y de hecho ese personaje lo encarna una Reina más decidida y firme cuya personalidad se complementa a la perfección con la de Kumiko. Pero la cabra tira al monte, y KyoAni decide que debe dar esa carnaza con la que desde hace años alimenta a sus seguidores guiando la relación de las chicas hacia una ambigüedad que enrarece su vínculo y que a la postre no lleva a ninguna parte. Hay escenas muy descaradas como la del undécimo episodio (brillante, eso sí) que una vez terminada la serie se observa que solo han servido para meter con calzador un fan service para los amantes del yuri y enturbiar tanto la impresión final de la serie como una amistad a la que se predecía un potencial enorme.

Y así Kyoto Animation sigue con su "quiero y no puedo", en un intento de volver a aquel pasado glorioso representado por Full Metal Panic, Haruhi y las adaptaciones de visual novel a la vez que mantienen esos aspectos puramente comerciales que les ha mantenido en el candelero otaku el último lustro. Ya lo intentaron con Amagi Brilliant Park y les faltó la peseta para el duro. Con Hibike! Euphonium no han dado ni un paso atrás ni hacia adelante respecto a aquella, tal vez sí un paso de lado. El equilibrio no es fácil de conseguir.

4 comentarios:

  1. No puedo hacer otra cosa que suscribir punto por punto cada una de tus palabras (de hecho me dan ganas de ahorrarme la reseña y publicar un enlace a la tuya).

    Es una serie extraña porque intenta ser dos cosas al mismo tiempo. No quiere ser K-on y la trama músical esta bien... pero luego te mete todo el rollo raro entre Kumiko y Reina.

    A nivel técnico y sonoro... impecable. Y luego además estan Asuka y el profesor, que se comen la serie en cada plano en el que el aparecen y que incluso la dominan cuando no están.

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  2. No me negaré a que me hagas publicidad, así que puedes ahorrarte la reseña si quieres XD

    Yo tengo la impresión de que el equipo dijo: "vamos a hacer una serie musical de verdad y a dejarnos de hostias". Pero luego llegó el jefazo de turno, miró los guiones y les echó la bronca: "¡mentecatos! Aquí falta alimento para 'otakús', ¡meted yuri entre las protas!". Y así nos llegó lo que nos llegó.

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  3. "quiero y no puedo" así se resume todos los animes que tienen algo que pudo haberlos hecho brillar, pero la "inercia" que sufre la industria actual no se los permite.

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    1. Lo peor de todo es que sabemos que el estudio es capaz de parir maravillas sin necesidad de virar hacía esos vicios del anime actual. Pero la pela es la pela y lo importante es vender, no contentar a la crítica.

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